La unidad tiene amplia experiencia en la resolución de enfermedades tanto benignas como malignas del tracto digestivo superior. Uno de los más frecuentes dentro de los procesos benignos es el reflujo gastro esofágico así como la hernia de hiato que habitualmente le acompaña.
Esta intervención busca eliminar tanto el dolor y las molestias provocadas por el ácido del estomago cuando está en contacto con el esófago como el riesgo que existe de malignización por la irritación continua (esófago de Brrett).
La Unidad de Cirugía Esófago-Gástrica utiliza el abordaje mínimamente invasivo para realizar estas intervenciones (Fundusplicatura de Nissenn) y cuando es necesario también coloca una malla especialmente diseñada para evitar que las hernias del hiato reaparezcan.
En lo que respecta a la cirugía de procesos malignos (tumores esofágicos o gástricos), la Unidad de Cirugía Esófago-Gástrica en estrecha colaboración con un equipo multidisciplinar -compuesto por oncólogos, radiólogos y especialistas en medicina interna – diseñan la estrategia que mejor se adapta a cada situación, evaluando caso por caso la necesidad de realizar tratamientos adyuvantes con quimioterapia y/o radioterapia antes o después de la cirugía, que la mayoría de las veces se aborda con técnicas mínimamente invasivas, con lo que la bajada de defensas que siempre acompañan a la agresión quirúrgica es mucho menor que con la cirugía convencional.