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Cirugía endocrina

El tiroides es una glándula endocrina que se encuentra situada debajo de la nuez de Adán y el cartílago tiroides y apoyada sobre la tráquea. Su peso en el adulto oscila, en condiciones normales, entre 15-30 gramos y presenta forma de mariposa debido a los dos lóbulos tiroideos que se encuentran unidos por el itsmo. La glándula tiroides presenta múltiples funciones entre ellas regulación del metabolismo, temperatura y crecimiento corporal así como el ritmo cardiaco y desarrollo neurológico entre otros, mediante la secreción de una serie de hormonas tiroideas y bajo el control hipotálamo/hipofisiario (TRH/TSH). Las principales hormonas segregadas por la glándula tiroidea son la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), que utilizan el yodo para su correcta regulación (aumento o disminución de sus niveles) y lo obtienen a través de la dieta en forma de yoduro.

HIPER E HIPOTIROIDISMO

El hipertiroidismo es la situación clínica derivada de un exceso de hormonas tiroideas T3 y T4 producidas por la glándula tiroides (hiperproducción, destrucción glandular o aporte exógeno) o bien por una secreción excesiva de TSH. La enfermedad de Graves-Basedow es la causa más frecuente de hipertiroidismo y se caracteriza por la triada clásica: bocio difuso, hipertiroidismo y oftalmopatía, siendo más común en las mujeres entre los 30 y los 40 años de edad.

El diagnóstico se basa en la sospecha de dicha patología mediante un examen físico del paciente donde podemos evidenciar nerviosismo, temblor, sudoración y palpitaciones, así como pérdida de peso e hiperactividad entre otros, más la confirmación mediante analítica sanguínea de niveles elevados de T4 y niveles disminuidos de TSH. En algunas ocasiones se requiere realización de gammagrafía de captación o ecografía tiroidea.

Para llevar al cabo el tratamiento es necesario disminuir los niveles de hormonas tiroideas y existen 3 posibilidades: tratamiento médico, radioyodo o cirugía.

El escalón inicial del tratamiento consiste en la administración de fármacos antitiroideos como el metimazol, carbimazol o el propiltiouracilo que disminuyen o bloquean los efectos del exceso de hormona tiroidea. Generalmente se utiliza en pacientes jóvenes o embarazo, sin embargo la duración del tratamiento suele ser prolongada en el tiempo y tiene bajo índice de curación a pesar de ser un abordaje no destructivo y de bajo coste. En algunas ocasiones es útil administrar fármacos betabloqueantes para disminuir de forma rápida los síntomas asociados.

El radioyodo se basa en la destrucción de la glándula tiroides de forma selectiva, alcanzando el eutiroidismo en las primeros meses sin embargo como consecuencia puede aparecer un estado de hipotiroidismo que puede ser transitorio. Se utiliza en todos los pacientes mayores de 40 años o en hipertiroidismo refractarios al tratamiento médico en pacientes mayores de 20 años. Contraindicado en el embarazo y en la lactancia.

Por último el tratamiento quirúrgico está indicado en bocios grandes u oftalmopatía grave, fracaso del tratamiento médico, sospecha de cáncer así como en embarazo. Es el tratamiento que presenta mayor índice de curación, consiguiendo antes un estado de eutiroidismo y control de la enfermedad. Pero al tratarse de un tratamiento invasivo puede desencadenar en otro tipo de complicaciones como hemorragia (la más frecuente), lesión del nervio recurrente o hipoparatoroidismo transitorio.

Tanto como con la administración de radioyodo como con la cirugía el paciente tiene que establecer un tratamiento sustituivo de por vida para el control de los niveles de hormonas tiroideas.

El hipotiroidismo es un trastorno tiroideo que ocasiona una disminución del número de hormonas tiroideas y se caracteriza inicialmente por aumento de peso y cansancio seguido de debilidad muscular, dolor, depresión así como bradicardia entre otros.

Existen tres tipos de hipotiroidismo:

  • Primario: patología a nivel de la glándula tiroides. La más frecuente.
  • Secundario: patología hipofisiaria. No producción de TSH.
  • Terciario: patología hipotalámica. No producción de TRH o tirotropina.

La tiroiditis de Hashimoto es la causa más frecuente de hipotiroidismo sin embargo también puede aparecer como consecuencia del tratamiento médico para el hipertiroidismo así como con la administración de radioyodo y cirugía tiroidea comentada previamente. Otros factores de riesgo son el sexo femenino, edad mayor de 60 años, enfermedad autoinmune, algunos medicamentos como el lítio así como el embarazo.

Para el diagnóstico es necesario un examen físico así como análisis de sangre donde se identifica bajos niveles de hormonas tiroideas. Para el tratamiento se administra levotiroxina como tratamiento sustitutivo, administrada de forma oral, permitiendo un control del nivel hormonal, ajustando la dosis de forma individualizada. Es necesario llevar a cabo controles bi o trimestrales para comprobar los niveles, siendo el tratamiento de por vida.

En conclusión, la patología tiroidea (exceso o defecto de niveles hormolales) es una patología frecuente en la sociedad y en nuestra unidad de cirugía endocrina HLA Vistahermosa, con amplia experiencia en cirugía endocrinológica, ofrecemos una amplia gama de tratamientos, ofreciendo al paciente la mejor opción terapeútica en función de su sintomatología y comorbilidad, así como en función de la naturaleza benigna o maligna de la patología existente.

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